lunes, 2 de noviembre de 2009

Subvención de la cultura o la cultura de la subvención

Sobre lo que ocurre con el dinero público, nuestro dinero, hay estos días en la prensa un buen puñado de ejemplos que nos permiten hacernos una idea. El hecho de que unos cuantos casos salgan a la luz en un corto periodo de tiempo, y que esto ocurra en unos tiempos en que la gente se queda en la calle porque parece ser que hay crisis, hace que la información cobre mayor relevancia. Pero lo triste del asunto es que no vemos más que la punta del iceberg. Como las moscas a la mierda, los chorizos acuden en tropel a donde hay dinero. Y el vertedero más suculento es el dinero que manejan personas a quienes no les pertenece y por tanto ponen menos celo en su cuidado. El dinero público, el que parte de nuestros impuestos, es dinero de otros. Y el dinero de otros (aunque en definitiva lo hayamos pagado nosotros) puede adjudicarse con una ligereza que no tendríamos ni con una moneda que acabamos de encontrar en un charco.

No voy a hablar de los recientes casos de corrupción. Al menos no hoy. Tampoco voy a sumarme a la corriente fácil de meter a todo el mundo en el mismo saco y afirmar que todos los funcionarios públicos, todos los políticos... etc. roban a manos llenas. Ni siquiera una mayoría. Acepto que la gente sin escrúpulos es una minoría (si fuesen mayoría al menos el dinero se distribuiría más equitativamente) y que los que finalmente son desenmascarados una minoría dentro de la minoría. Este artículo no pretende demonizar a nadie. Más bien abrir una reflexión a partir de un caso, anecdótico si se quiere, que acaba de llegar a mi conocimiento.

He recibido una carta en la que se expone el caso de una película que no habéis visto ni, por lo que leo, veréis nunca. Una película que ha sido posible en buena parte gracias a subvenciones destinadas a promover la cultura. Unas subvenciones que, personalmente, encuentro muy adecuadas, siempre y cuando quien las otorga se tome la molestia de comprobar que el dinero entregado sirve para aquello para lo que fue concedido. En mi opinión, una subvención a una película pretende, al menos, que una obra cuya rentabilidad económica no está clara tenga la oportunidad de llegar al público y ser vista por la gente. Una oportunidad que nunca tendría si el único criterio para ser financiada fuera su potencial comercial. Pero como ya he dicho ni habéis visto ni veréis la película. Entonces... ¿Para qué se subvenciona?

En la carta que adjunto se explica todo lo ocurrido. Podréis haceros vuestra propia composición de lugar. Me limitaré a añadir un par de elementos de contexto que me parecen importantes. En estos días hay una gran polémica con motivo del desarrollo de la ley del cine. Como siempre en estos casos, la parte más controvertida es la referida a la política de subvenciones al cine español. Algunos cineastas han visto en esta ley una clara apuesta por las grandes producciones dejando de lado los pequeños proyectos. Podéis leer al respecto aquí. Algunos podrían pensar que los hechos que motivan esta carta dan argumentos a favor de la nueva ley. Sería una lectura simplista. Es evidente que es necesario regular y revisar constantemente los sistemas de ayudas. Pero más evidente aún es que ninguna ley de ayudas sirve absolutamente de nada si luego no se disponen instrumentos para controlar que los objetivos de las citadas ayudas se cumplan. Mientras discutimos a quién hay que subvencionar, hay hordas de chupópteros estudiando el texto de la ley para descubrir cómo beneficiarse de las subvenciones sin hacer nada. Mientras tanto, los que no entienden de subvenciones pero las necesitan para hacer realidad sus proyectos se ven entre la espada de gente sin escrúpulos pero con contactos y la pared de una financiación cuyas puertas sólo pueden abrir los de la espada. En fin. Mejor leed la carta y ya la comentaremos.

Más información:

'Soy un pelele', radiografía del cine español y sus subvenciones, en internautas.org
Página oficial de Soy un Pelele

CARTA ABIERTA DE DENUNCIA DEL ESTRENO FANTASMA DE “¡SOY UN PELELE!”
Rogamos la difusión pública de esta nota en la que denunciamos cómo el esfuerzo colectivo para realizar una película se ve tristemente frustrado cuando una productora se aprovecha de la posibilidad de obtener ayudas públicas sin tener obligación de estrenar sus películas de la manera adecuada. Éste es el caso de “¡Soy un pelele!”, de Hernán Migoya, que ha sido estrenada silenciando su difusión, sin convocatoria de prensa y sin siquiera disponer del cartel oficial del filme para su exhibición en las salas. La productora del filme, Iris Star, con sus responsables al frente, Pere Domènech y su hijo Jaume Domènech, nunca han mostrado interés en la exhibición apropiada de la película, salvo para obtener subvenciones.

Desde el inicio del proyecto, en el año 2003, éstos son los desmanes cometidos por Iris Star:
Oscurantismo absoluto en torno al presupuesto de la película. Ni siquiera el director supo nunca de qué dinero disponía para realizar el filme.
Se falseó públicamente el número de semanas destinadas al rodaje de “¡Soy un pelele!”. En el dossier de prensa oficial, figuran como 8 semanas las dedicadas a la filmación, cuando en realidad fueron 27 días (menos de 6 semanas), concretamente del 2 de noviembre al 12 de Diciembre de 2006.
Una semana antes de empezar a rodar, pretenden despedir al director, porque les parece excesivo el planning de rodaje. Más tarde averiguaremos que su intención era reducir la filmación a quince días, la mitad de lo requerido.
Interrupción abrupta y sin explicaciones del rodaje, a tres días de concluirse el plan previsto de 6 semanas.
Retención por parte de la productora del material rodado a lo largo de un año entero, sin posibilidad de acceso a él para su visionado y montaje.
Transcurrido más de un año, el montaje ya realizado demuestra que, efectivamente, se necesita rodar el material extra que la productora se negó a filmar en su momento, para la completa comprensión del guión. Se reúne de nuevo a todo el equipo, más de doce meses después, para un solo día de rodaje concedido. Iris Star deja a deber el sueldo de casi todo el personal movilizado -incluyendo la remuneración por la banda sonora a los músicos y al compositor principal, Refree, que ha trabajado sin contrato hasta hace escasos días-, y sólo accede a empezar a pagarlo cuando se le echa encima el límite de fecha de estreno, impuesto por los organismos públicos.
Seleccionada en la Sección Oficial No competitiva del Festival Internacional de Cinema de Catalunya SITGES 2008, los responsables de Iris Star no hacen acto de presencia en la rueda de prensa del filme, temerosos de que algún periodista saque a colación el hecho de que la película ha sido rodada enteramente en lengua castellana. Se le solicita al director por parte de los responsables de la productora que, de ser requerido sobre el tema, afirme una falsedad: que la película sí está rodada en catalán, pero extremadamente bien doblada al castellano. Todo lo cual induce a sospechar que se esconden intereses ocultos referentes a ayudas económicas de la Generalitat de Catalunya, destinadas a proyectos rodados en lengua catalana.
Un año después de su exhibición en el Festival de Sitges, Iris Star no tiene más remedio que estrenar la película, presuntamente para cobrar otra subvención que así lo estipula. Debido a la presión del propio director, la productora se ve obligada a salir con varias copias, siete en total -trece menos de las acordadas inicialmente-, pero sin duda más de las que la empresa hubiera deseado.
Iris Star, en todo momento, evita implicarse en promocionar el estreno:
-A día de hoy, todavía no se ha difundido el tráiler de la película, montado por el propio director para su difusión por televisiones y cines, igual que tampoco se difundió a los medios correspondientes, meses atrás, el videoclip del tema principal de la película, compuesto por Refree e interpretado por los Hermanos Calatrava.

-El estreno no se confirma a la propia jefa de prensa hasta dos semanas antes de la fecha escogida, impidiendo una labor adecuada de promoción, hasta el punto de motivar la dimisión de esta profesional.

-La rueda de prensa, prevista para el día jueves 22 de Octubre de 2009, se llevó a cabo en el Cine Palafox de Madrid sin haberse realizado absolutamente ningún comunicado oficial previo ni nota de prensa a los medios, debido a lo cual únicamente asistieron dos periodistas, gracias a que habían sido avisados por el propio director. La prensa, sencillamente, no fue convocada por Iris Star.

-A la rueda de prensa tampoco pudo acudir el protagonista masculino de la película, Roberto Sanmartín, debido a la incompetencia a la hora de reservarle un vuelo desde las Islas Canarias, dado que se facturó el billete a su nombre artístico.

Tan poco interés ha manifestado la productora en la difusión del estreno de la película, que ni siquiera dispone de las copias del cartel original de la misma para suministrarlas a las salas de exhibición. Red Pixel, el estudio de diseño original del cartel -ya utilizado en el preestreno en Sitges-, se negó a facilitar de nuevo los archivos para la impresión del mismo ya que Iris Star no ha efectuado el pago del trabajo realizado –motivo por el cual ha sido realizada la correspondiente demanda judicial-, por lo que la productora improvisó por su cuenta y riesgo la recreación de un cartel imitativo, utilizando sin permiso de su autor las mismas fotografías en baja resolución. El resultado es tan grotesco que incluso han olvidado incluir en el cartel “recreado” el nombre de la protagonista femenina, la actriz Rosa Boladeras.

No existe mayor frustración para un equipo de artistas que el hecho de que el fruto de su trabajo ¡de seis años! sea maltratado y silenciado de tal manera, en aras de la especulación económica.

Toda obra artística financiada con ayudas públicas debe tener la oportunidad de ser accesible al público. Todos los ciudadanos deben tener la posibilidad de conocer y, si lo desean, acceder a aquellas obras que se han co-financiado con sus impuestos: en este caso, se ha impedido cualquier posibilidad de que el público tenga conocimiento de su existencia para decidir si desea acudir al cine o no.

¿Tiene derecho una productora que recibe dinero de las administraciones públicas a realizar estrenos fantasmas, falseando presuntamente el idioma de filmación original, reduciendo al máximo las partidas destinadas a rodaje, tiradas de copias y difusión, e impidiendo que el público pueda acceder a la obra realizada con ese dinero?

Creemos que es una vergüenza que, mientras la inmensa mayoría de las productoras de nuestro país luchan para mejorar la calidad y difusión de nuestro cine, exista aún una productora subvencionada a la que le conviene económicamente no estrenar como es debido sus películas, dando la espalda olímpicamente a los posibles ingresos de taquilla y obteniendo beneficios con la mera especulación de las ayudas obtenidas desde las administraciones públicas.

¿Por qué Iris Star ha cambiado de nombre como empresa (ahora es Stardis) y de sede social? ¿Tal vez pretende burlar el rastro de sus acreedores y así seguir solicitando nuevas subvenciones para nuevos proyectos que tampoco llegarán a conocimiento del público?

Obviamente, los abajo firmantes no estamos cuestionando la política de subvenciones públicas ni la profesionalidad de nuestro gremio, solamente la existencia de un caso absolutamente aberrante, que por su desfachatez avergüenza al resto del sector audiovisual.

Por todo ello, solicitamos que los medios de comunicación investiguen a fondo y denuncien llegado el caso, y que los organismos públicos garanticen la transparencia en la concesión de subvenciones para asegurar la sana administración de las ayudas otorgadas, y para que no se repita la existencia de empresas parasitarias en nuestra industria.

A 26 DE OCTUBRE DE 2009, FIRMAN ESTA DECLARACIÓN:

Hernán Migoya, director de ¡Soy un pelele!
Roberto San Martín, actor de ¡Soy un pelele!
Rosa Boladeras, actriz de ¡Soy un pelele!
Francisco Calatrava, actor de ¡Soy un pelele!
Jordi Ordóñez Medina, actor de ¡Soy un pelele!
Francesc Prat Dutren, ayudante de dirección de ¡Soy un pelele!
Bernat Bosch, director de fotografía de ¡Soy un pelele!
Nina Caussa, ayudante de producción de ¡Soy un pelele!
Anna Pons García, figurinista de ¡Soy un pelele!
Làia Serra Ros, Dpto. de Arte de ¡Soy un pelele!
Pepe Cáceres, técnico de sonido de ¡Soy un pelele!
Fric López Verdeguer, key grip de ¡Soy un pelele!
Juan Andrés Pegoraro, foto fija de ¡Soy un pelele!
Anna Solanas Santacana, sonorista de ¡Soy un pelele!
Luis Roldán, diseñador cartel de ¡Soy un pelele!

Y por si alguien es de la opinión de que hay películas cuyo derecho a la exhibición no merece ser defendido, incluimos una crítica de Fausto Fernández, crítico y especialista de la revista Fotogramas; crítica que no será nunca publicada, pues Iris Star no avisó a tiempo del estreno de ¡Soy un pelele! Fausto Fernández ha tenido la gentileza de enviarnos el texto y permitirnos su difusión pública.

¡Soy un pelele! ***** por Fausto Fernández

Yerma pradera pecadora de amnésicos sin talento, la producción cinematográfica nacional sigue empeñada en relegar al olvido a quienes osan cabalgar(la) a contracorriente...del stablishment avinagrado, que no del público, ese forastero siempre ignorado, Hernán Migoya, forastero en tierra extraña (y enemiga) habla en su estupenda puesta de largo en el ídem de lo que los castrantes convencionalismos hacen a nuestro cine y a nuestras vidas: nos reprimen.

Olvidar para vivir, así sucede en estas ricas peripecias de un director sin identidad y una guionista enamorada reescribiendo ese amor a golpe de revisión, ácrata y juerguista, de géneros. Encuentro en París, esa capital metacomedia de Richard Quine, se erige en el eje del film, aunque no en el único: en esta vitalista, cínica, divertida y emocionante coda romántica al ozorismo o a Russ Meyer (convierte a los nudies sesenteros en versos hipnóticos que rimarían con Alain Resnais o Marguerite Duras), el Pierrot el loco de Godard se da la mano (o le mete mano) a Billy Wilder o a Howard Hawks (Su juego favorito pasada por el universo farrellyano).

Generosamente, ¿suicidamente?, el francotirador padre de Kung-Fu Kiyo o DNI reúne en su película las señas de identidad de la comedia de enredos sexuales-sentimentales para que el público se tronche. Es verdad que ya muchos no están para simplemente reír sin coartadas intelectualoides, y que ¡Soy un pelele!, en términos billywilderianos, estaría más cerca de la odiada Bésame, tonto que de Con faldas y a lo loco, pero incluso ahí resalta el estilo y el compromiso del autor.

Dirigida con rabiosa e inocente libertad, con una asombrosa elegancia (o procacidad) y con una magia especial en el trato con los actores (si hubiera justicia el gran Calatrava se llevaría un Goya), ¡Soy un pelele! es una pequeña gran maravilla, un puñetero regalo para amantes del cine que está, sí, puñeteramente vivo. Un canto de cachondo amor libertario que no nos gustaría olvidar jamás. Para quienes odien ser peleles del mainstream.

Lo mejor: está escrita, dirigida e interpretada desde el corazón, y la entrepierna.
Lo peor: su pésimo estreno comercial.

domingo, 1 de noviembre de 2009

He vuelto

Sigo cansado, aunque voy saliendo lentamente de mi letargo. Tras unos meses de silencio llevo unas cuantas semanas acumulando indignaciones (y alguna que otra alegría) con la esperanza de que su suma me diera fuerzas para derrotar la desidia y volver a pasear los dedos por el teclado. Hay algunas historias a las que le he estado dando vueltas y puede que en breve escriba algo sobre ellas. Pero acaba de llegarme una carta que me parece muy apropiada para retomar el hilo del blog. Como siempre, será a mi aire. Cuando me apetezca y sin marcarme objetivos que no estoy dispuesto a cumplir. He vuelto.

jueves, 16 de julio de 2009

Cansado

Cansado de encontrarme en este estado.
Cansado de olvidar qué es una fiesta.
Cansado de soñar con una siesta.
Cansado de estar siempre preocupado.

Cansado de creer que me he ahogado
en un vaso de cansancio que ya apesta.
Cansado de la ola y de su cresta.
Cansado de vivir siempre cansado.

¿Hay modo de salirse de esta senda
de agobios, prisas, sueño y vano anhelo?
A falta de que alguien sus horas venda
existe un buen camino paralelo.
Basta con jubilar la puta agenda
y hacer bastante menos el canelo.



Con unos días de retraso, me adhiero a las celebraciones del día del blog en verso. Y me largo unos días a poner las heridas en remojo e hincharme de tapas. Hasta más ver.

jueves, 9 de julio de 2009

Mañana es el día mundial del blog en verso

Parece mentira pero ya ha pasado un año y mañana vuelve a ser el Día Mundial del Blog en Verso. Como ya sabréis dada la espectacular acogida que tuvo la iniciativa el año pasado (lo menos un par de blogs lo siguieron), en este día tanto los posts como los comentarios de los blogs se hacen en verso. Así que id afinando las neuronas de rimar que mañana trabajan. Y una vez al año, no duele (ya he dicho que es mañana ;-)

Más información aquí.

lunes, 8 de junio de 2009

Si Händel y Puccini levantaran la cabeza...

No creo que tuvieran queja alguna del recital del otro día. Un programa espectacular (hora y media para 22 piezas estupendas) muy dignamente defendido por 10 estudiantes de canto que, cada cual en función de sus posibilidades, lo hicieron francamente bien.

Este tipo de recitales acostumbra a ser complicado de lidiar. Tanto más cuando los aniversarios obligan a meter en el programa piezas de dos bestias pardas como Händel y Puccini, que no escribían precisamente cancioncitas para principiantes. Pero aunque en el reparto había cantantes que han empezado hace muy poco y otros que ya llevan unos añitos pero aún no están preparados para enfrentarse a la extrema dificultad del repertorio escogido, el nivel fue bastante bueno.

Luego siempre habrá el listillo anónimo que pondrá en el Youtube que si el tenor es un manta o si tal soprano aburre a las piedras, pero quien hace estos comentarios demuestra no tener ni pajolera idea de lo que habla. De hecho, estoy harto de leer comentarios en que algunos gilipollas se atreven a despreciar a artistas de la talla de Domingo, del Mónaco, Flórez, Corelli o Kraus porque tal o cual cantante les gusta más. Faltaría más que no pudiera gustarnos más la interpretación de otro cantante. Pero de ahí a decir que si uno no sabe cantar, que si otro está sobrevalorado o su Do no le llega al de fulanito... La voz es un instrumento muy particular. Naces con la voz que naces y por mucho que trabajes no puedes copiar el timbre de uno o la potencia de otro. Y si lo intentas lo más probable es que te quedes sin voz muy pronto. Lo importante es qué eres capaz de hacer con la voz que te ha tocado y cómo adaptas el repertorio a tus propias características (lo contrario es tan absurdo como pedirle a un piano que suene como una trompeta) para lograr transmitir una determinada emoción al público. Si a estos genios, como digo, los machacan en el Youtube... ¿Qué no harán con los que empiezan y, en muchas ocasiones, ni siquiera se plantean convertir su pasión en profesión? Cierto es que, en muchas ocasiones, estos comentarios son utilizados también por personas que critican pero de forma constructiva. Que dan consejos interesantes o apuntan cosas que sí pueden hacerse. En cualquier caso, para unos y otros os dejo un enlace a una entrevista muy interesante que publicó la semana pasada El País a Juan Diego Flórez, y que creo que ayuda a entender cómo funciona esto de la voz.

Juan Diego Flórez: "Los teatros nos piden recortes de caché por la crisis", en El País

Volviendo al recital del pasado 29 de mayo, destacar especialmente las interpretaciones de los cantantes más jóvenes. Los que ya habían participado en ediciones anteriores demostraron que han aprovechado bien el año. Los que aún no habíamos oído fueron una agradabilísima sorpresa y nos dejaron con las ganas de ver de qué serán capaces el año que viene. Los participantes en el recital fueron, por orden de aparición:

- Víctor García del Amo
- Montserrat Miralles
- Gieun Kim
- Blanca Martí
- Andrea Piscedda
- Marcel Juan
- Glòria López
- Diego Linares
- Patricia Español
- Georgina Rabassó

A continuación os dejo unos fragmentos de las piezas que pudimos escuchar. Pese a lo que pueda parecer, no hubo ningún terremoto durante la actuación. Es que el cámara anda algo chungo de pulso. Pero la intención es lo que cuenta ;-)



Fragmentos de Giulio Cesare in Egitto (Hándel)


Fragmentos de Madama Butterfly


Fragmentos de Madama Butterfly y La Boheme


Dúo de Los pescadores de perlas (Bizet)


Escena de Nadir. Los pescadores de perlas (Bizet)


Dúo de Rodolfo y Marcello. La Boheme (Puccini)


Final de La Boheme (Puccini)

martes, 26 de mayo de 2009

Año Handel y Puccini

Un año es una unidad de tiempo que nos hemos inventado para darnos importancia. Se basa (aunque es una burda aproximación) en el tiempo que tarda un planetilla insignificante en completar una órbita completa alrededor de una estrella insignificante en una galaxia insignificante. Pero como es nuestra galaxia, nuestra estrella y nuestro planeta nos parece que es una unidad de tiempo fantástica. Personalmente, y aunque la medida de tiempo aleatoria más importante y en la que se basan todas las demás es el día, el año es mi unidad de tiempo preferida. Pero eso no tiene importancia para mucha gente. Para que el año importe hay que buscar una manera de nombrarlo y luego un acontecimiento humano por el que recordarlo.

El tema de la nomenclatura lo resolvimos utilizando números. Pero dichos números debían ir en función de algún acontecimiento histórico importante. Así que buscamos causas peregrinas como el año de fundación de tal o cual imperio, el inicio de una dinastía, el nacimiento de alguien, la formación del universo... E incluso en la datación de muchos de esos acontecimientos nos equivocamos. Pero seguimos dándole números a los años. Eso sí. Un número no basta para que el año mole. Hay que buscar el acontecimiento con el que lo podamos recordar. La caída de Roma o de Constantinopla, el descubrimiento de América, la revolución francesa, la caída del muro... Y eso funciona muy bien con los años pasados... Pero que ocurre con los inmediatamente venideros? ¿Cómo darles caché? No hay problema. Para eso hemos creado los años conmemorativos. Y 2009 es el año conmemorativo por excelencia.

Para empezar, resulta que es el año internacional de la astronomía, parece ser que porque hace 400 años al amigo Galileo se le ocurrió mirar por primera vez a través de un telescopio. Si ese año hubiera decidido iniciar una dieta a base de fabada estaríamos quizás celebrando el año internacional de la aerofagia, pero nos tenemos que conformar con los cuerpos celestes. No se puede tener todo.

2009 es también el año Darwin, conmemorando el 200 aniversario del nacimiento de quien nos enseñó que somos tan solo un bicho más en este planeta que fue naturalmente seleccionado para involucionar de un mono guasón que vive de puta madre en lo alto de un árbol pillando lo que necesita para vivir a un desgraciado que se parte el espinazo cuarenta horas a la semana para poder pasarse el fin de semana respirando mierda en una caravana del carajo.

Para acabar, y por fin llegamos al meollo de la cuestión, resulta que este 2009 también es el año de dos fantásticos compositoeres, Händel y Puccini. De hecho no. Es el año Händel porque murió hace 250 años, pero el año Puccini en realidad fue el año pasado, al cumplirse el 150 aniversario de su nacimiento. Pero como fue en diciembre, pues aún nos quedan unos mesecicos para hacernos a la idea de que estamos en su año.

Sí. Es un follón. Lo único que demuestra todo lo dicho hasta ahora es que nos buscamos cualquier excusa para celebrar lo que sea, cosa que no está mal. Y con motivo de las celebraciones de Händel y Puccini, en una escuela de Barcelona organizan el próximo viernes día 29 a las 20h un recital con piezas de ambos compositores.

El repertorio que se presentará es variadito y con algunas piezas maravillosas. El reparto es muy similar al del concierto del que ya hablamos el año pasado, aunque con un añito más de experiencia y con alguna incorporación muy interesante. La semana que viene colgaré algunas de las actuaciones, de momento os dejo con algunas versiones de las piezas que se podrán esuchar, la mayoría de los citados Händel y Puccini, pero también de Donizetti, Bizet o Rossini.

Más información aquí.

Traitor to love - Samson (Händel)


Va tacito e nascosto - Giulio Cesare in Egitto (Händel)

Y aquí una versión cantada por un barítono

Il faut partir - La fille du regiment (Donizetti)


Au fond du temple saint - Le pecheurs du perles (Bizet)


Je crois entendre encore - Le pecheurs du perles (Bizet)


O mio babbino caro - Gianni Schicchi (Puccini)


Un bel di vedremo - Madama Butterfly (Puccini)


Mi chiamano Mimi - La Boheme (Puccini)


In un coupe - La Boheme (Puccini)


Sono andati - La Boheme (Puccini)

miércoles, 15 de abril de 2009

Presentación de la tercera temporada

Un año más se acerca Sant Jordi (ups...) y va tocando hablar de libros. Y para empezar, como siempre en estas fechas, toca la presentación de una nueva temporada de Pies para quiosquero.

Como ya hay suficiente información en Pies para quiosquero no voy a alargarme. Simplemente recordaros que estáis todos invitados y que tras las lecturas, picoteo, firmas y demás, tendrá lugar el copeo tradicional para los más atrevidos. Nos vemos.

Presentación de Pies para quiosquero: tercera temporada
Con la participación de Quiosquero, quiosquera y dalr
Lugar: De Café. C/ Bruc, 80 (esquina Consejo de Ciento) Ver mapa
Fecha: Viernes 17 de abril a las 19:00
Más información aquí.

Portada de Pies para quiosquero: tercera temporada

lunes, 13 de abril de 2009

Hecho un recristo

Debo estar de un beato que tiro de espaldas, porque llevo más de un mes con el Ceomo en la portada del blog. Y es que, aparte de hecho un cristo, estoy hecho un perraco de padre y muy señor mío.

El tema es que la Semana Santa se ha acabado y yo estoy más perro y más hecho un cristo que nunca. Pero no sólo no me quejo sino que hago propósito de enmienda.

En los próximos días pienso reincorporarme a la actividad bloguera que nunca abandoné. Ergo no será reincorporación. Pero lo parecerá porque pienso escribir. De entrada, anunciaré un evento cultural y luego haré un análisis del laicismo verbal en el calendario escolar. O lo que es lo mismo. Cómo el ansia por hacer la pelota y parecer políticamente correctos nos pueden llevar a ser simplemente gilipollas.

Pero eso será en los próximos días. De momento aún estamos oficialmente en pascuas y... NO HE COMIDO MONA!!!! Esto es más grave de lo que pensaba. He desperdiciado una oportunidad oficial de ponerme hasta las trancas de chocolate... Estoy fatal. Menos mal que vuelve la normalidad. Trabajar lo mismo pero con una jornada laboral conocida.

Si me lo llegan a decir hace unos años...

martes, 3 de marzo de 2009

Hecho un cristo

Ecce HomoLos años pasan y nunca en balde. A mí, si bien de la experiencia y conocimiento de ese que acumula más el diablo por viejo que por diablo me protejo bastante bien, me está siendo difícil librarme de algunas cargas indeseadas del paso del tiempo. Y en la tele dirán continuamente que no pesan los años sino los quilos, pero en quilos hace ya un tiempo que me mantengo estable (sobrepasao pero estable) mientras que los años me pesan cada vez más.

Alguien dirá que cómo tengo el morro de quejarme de la edad en plena pimpollez. Direle que la pimpollez es prima de la gilipollez y que debe ser por ello que me explico muy malamente porque no me quejo de mi edad, que me mola cada día más que ayer y menos que mañana, sino de los estragos que causan en mi humilde cuerpesito serrano, sobre el que hacen mella, escarnio y cuanto pueda hacerse con mala leche. Vamos, que estoy hecho un cristo (en mi pueblo diría un ceomo). Y cada día más, por lo que mi preocupación por el presente es pánico por el futuro.

Lo de estar hecho un cristo viene especialmente a cuento esta semana en que voy a alcanzar la edad del susodicho. Quiero decir.., la edad de cristo cuando tenía la edad que tendré. Y es que una cosa es ser el hijo de Dios y otra que te concedan la gracia de pararte a la edad que te dé la gana. Digo yo que cuando tenía diez años tenía más o menos la misma edad que cristo a los diez años, y el mágico número 33 no es sino la edad que tenía cristo a los 33. ¿Que ya no cumplió más? Vale, lo acepto (aunque con la boca pequeña, que he leído en algún sitio que al tercer día resucitó y en ningún sitio pone que tras resucitar dejes de cumplir años...). Pero ¿por qué hemos de suponer que cuando alguien muere se queda en la edad que tenía para siempre? Será por eso que en muchas lápidas del cementerio ponen la última foto del difuno y por eso están llenos de imágenes de vejestorios apolillados. Pero yo siempre he creído que, puestos a recordar a alguien, mejor hacerlo con una foto de cuando estaba en plena forma. Quizás por eso mi avatar es una foto del día que cumplí mi primer añito, cuando ya se evidenciaba todo mi potencial y los años no habían empezado a estropear nada.

En cualquier caso, el asunto es que esta semana cumplo años y es un número muy chulo. Así que, por eso de que estaré hecho un cristo pero no estoy muerto, me han entrado ganas de aprovecharme de la situación y usar la fecha como excusa para convocar a los amigotes alrededor de una cervecita.

Pero como estoy hecho un cristo, y eso no compensa sino que multiplica mi habitual perrez, no me veo con cuerpo para organizaciones, hinchar globitos, hacer tartas y demás y optaré por la solución perra, perra que ya he empleado en otras ocasiones. El próximo viernes, 6 de marzo, estaré en el puf irlandés que indico a continuación a partir de las once de la noche. Si a alguien le apetece venir, será bienvenido.

Nos vemos...

Copichuela para celebrar que estoy hecho un cristo

Lugar:
Lymerick Irish Pub
C/ Bruc, 55 (esquina Diputación)
Barcelona

Noche y hora:
Viernes, 6 de marzo
Aproximadamente de 23 a 1 (al día siguiente madrugo que me voy de calçotada)

Requisitos:
Dejar los malos rollos en casita

Más información:
Celebremos que estoy hecho un cristo en Facebook

PD.- Acabo de montar la convocatoria electrónica y la del Facebook... y he llegado a la conclusión de que conozco a demasiada gente. Demasiada al menos para montar estas cosas. Qué panzá de reenviar, clickear y cortarpegar. Me he jartado y seguro que me he dejado a mucha gente así que sentíos libres cual palomillas para reenviar. De momento, ya se ha apuntado una chica guapísima así que buscamos al menos una persona más para no ser pares. ;-)

martes, 17 de febrero de 2009

Muere el creador de los clicks

Hans BeckDebe ser que me estoy haciendo mayor (mayor que yo, antes, supongo...) porque de todos los temas que tenía pendientes para ir colgando (el que no publique no significa que no piense en hacerlo) me he decidido precisamente por éste. Dentro de poquito alcanzaré la edad de Cristo (sobre este particular ya habrá tiempo para hablar) y supongo que la visión del infatigable avance del tiempo te pone melancólico y hace que aquellas noticias que te devuelven a la más tierna infancia te resulten más blogueables.

El asunto es que el pasado día 4 nos dejó un personaje que marcó nuestras vidas, pese a que la mayoría no hemos oído hablar de él hasta la publicación de su obituario. Se trata de Hans Beck (Ah, claro, el viejo Hans...) un señor desconocido por el gran público pero que marcó la infancia de buena parte de mis compañeros de generación. El Sr. Becks es nada más y nada menos que el creador de los Playmobil, unos muñequitos de plástico con los que muchos desarrollamos nuestra imaginación recreando mil y una historias.

Debo confesar, sin embargo, que yo jamás tuve un Playmobil. En mis tiempos lo que había eran Clicks de Famóbil, la marca con la que Famosa distribuyó en España estos muñecajos. Por aquel entonces tenían muchos menos gadgets que en años posteriores y, lo mejor de todo, sus manos eran rígidas y formaban parte del mismo molde que el brazo. De hecho, un click se componía de 6 piezas: una cabeza, el pelo, un tronco, dos brazos y ua única pieza para las dos piernas. Todas estas piezas eran exáctamente iguales entre todos los muñecos y sólo cambiaba el color, que era uniforme en toda la pieza a excepción de la cabeza que tenía un dibujito con las facciones (dibujo también igual en todos los modelos). Lo que daba personalidad a cada muñeco era el color del pelo y los gadgets, un montón de arreos que transformaban al cachivache inexpresivo en un pirata, un chérif o un bombero. Las únicas variaciones que recuerdo son un cuerpo más ancho con forma de falda para las chicas y la insólita pata de palo que lucía uno de los piratas que venían en el barco ídem. Aquel barco, que monté y desmonté innumerables veces, con sus cañones provistos de un muellecillo que lanzaban unas pequeñas bolas de plástico hasta que perdías la última, fue uno de los juguetes con los que más disfruté de pequeñajo. Más tarde se ampliaría el número de dibujos para las caras, aparecerían algunos modelos con barba, distintos moldes de peinado... y finalmente, las manos articuladas de los puñeteros Playmobil cuando yo ya era demasiado mayor para clicks y demasiado joven para corbatas. Qué difícil hacer un regalo a un adolescente de nuestros tiempos...

La verdad es que, si bien tuve una buena colección de clicks (el nombrado barco pirata, el chérif con su cárcel del lejano oeste y su caballo...) los que realmente me gustaban eral los Airgam Boys (entonces, argambois) un poquito más grandes y con más piezas. Tenían dos piernas y se le podían quitar manos y pies. También contaban con más modelos de cara y pelo, pero en el resto eran también todos iguales. De los bastantes argambois que tuve, recuerdo con especial cariño un escuadrón de romanos, con su centurión, su catapulta (lanzaba un click lo menos a 30 centímetros...) y su torre de asalto, y los equipos nacionales de España y Argentina, con una estensión para darle patadas a un icosaedro pintado como un balón y los numeritos a la espalda para recrear los cracks del momento: Arkonada, Quini, Juanito, Santillana, Ardiles, Pasarela, Kempes y un chavalín que no tenía pelusa (los modelos de pelo no daban para tanto) pero cuyo 10 a la espalda acreditaba que se trataba nada más y nada menos que del inigualable Maradona.

GeypermanHabía otros muñecajos más molones que los airgambois, pero también mucho más caros. Tuve un Mádelman (codos y rodillas articuladas y unos trajes y cachivaches con todo lujo de detalles) y, tachán tachán, ¡un Géiperman! un peazo muñeco de casi dos palmos ¡¡¡que tenía pelo de verdad!!! Una gozada no apta para todos los bolsillos.

En fin. Que todo este rollo para decir que aun a riesgo de pasar por un frikarra, un nostálgico empedernido, un abuelito cebolleta o simplemente un tarado, echo de menos mis muñecajos de la infancia, aquellos con los que jugué hasta destrozarlos y que hoy valen un pastón en el Ebay. Claro que todos los míos salieron de su envoltorio original a los cinco segundos y jamás pisaron una vitrina. Ni siquiera mi Darth Vader o mi guerrero imperial de la luna de Ender, con esa peaso moto voladora que se desmontaba al pulsar un botoncito y cuyos fragmentos, con los que quizás soñaría un coleccionista, duermen el sueño de los justos en alguna caja de algún desván cagándose en los legos (que viva el Tente) los GIJoes, los Gormitis y como leche se llamen los muñecos con los que han venido juegando los niños de las generaciones sucesivas.

Descansa en paz, papá click.


Hans Beck, 'padre' de los 'clicks' de Playmobil, en El Mundo

Web no oficial de playmobil