
Mañana se clausura el
IV Congreso Internacional de la lengua española, que se celebra estos días en Cartagena de Indias, Colombia. Con motivo de este evento se han celebrado varios actos en todo el país, como un sentido homenaje a Gabo por sus 80 años, pero de todos ellos me quedo sin lugar a dudas con uno: el Congresito de la lengua. Un evento celebrado en Medellín con el que se ha intentado acercar a los más pequeños a esta magnífica herramienta que nos permite entendernos, intercambiar información, decirnos cosas bonitas e incluso, cuando apetece, discutir.

En el Congresito los niños pudieron pudieron jugar con las palabras y de esos juegos han salido tres listas en las que se destacan aquellas que ya no usan pero les gustaría desempolvar, aquellas que no existen pero les gustaría que aparecieran algún día en el diccionario y aquellas que les resultan más queridas.
Entre las
Palabras desempolvadas encontramos alguna tan suculenta como el
ágape, que aparece en primer lugar y que yo uso (y disfruto) en su segunda acepción; la sonora y maravillosa
chéchere, que jamás había oído pero que usaré junto con mis queridas trasto y cachivache; el odioso
embrollo o
embeleco, palabra estupenda que describe algo igualmente estupendo que los niños acompañaron de un no menos estupendo ejemplo. Ahí va la lista completa:

1. Ágape: fiesta que estrecha lazos de hermandad
2. Cántaro: vasija para recoger agua
3. Chéchere: algo viejo y deteriorado.
4. Embeleco: un capricho chiquito. Así llama mi mamá a los novios de mi hermana.
5. Embrollo: dificultad sin resolver
6. Menjurje: ungüento revoltijo
7. Modorra: pereza
8. Pipiolo: persona joven
9. Pañolón: Pañuelo grande que se ponen las señoras para ir a la misa
10. Güete: contento con algo

Respecto a las
palabras inventadas algunas son bastante sosas aunque otras merecen un sitio en el diccionario ¡ya! Me quedo con la divertida
pionilla y la romántica
lunor (¿o es el lunor? Junto con el nombre debieron apadir el género...). Reniego de la
japisteza no por no requerirse una palabra para tan maravilloso sentimiento sino por su indudable e innecesaria raíz anglosajona (claro que, tratándose de niños, lo extraño es que ninguna palabra empieze por Mac). Insto a
Norma a que se fije bien en la número 8 (¿a que es genial?) y propongo su uso en sentido irónicofigurado para quienes alardean de sus atributos sexuales (lo cual no tiene nada que ver con Norma, que conforme escribo veo en el embrollo en que me estoy metiendo y ya me la imagino tirándome un chéchere a la cabeza...). Pero sin duda la mejor palabra inventada de todas es la última: lumpereza (incluso la han adaptado a la ortografía correcta) que es algo que conozco tan bien como la marpereza, mierpereza, juepereza, viepereza... ¿sigo?
1. Flapigozo: expresión de felicidad, explosión de gozo.
2. Murmulencio: murmullo que se oye en el silencio.
3. Tristesinra: tristeza que se siente como un huequito en la barriga y que no tiene una razón definida.
4. Pionilla: peinilla que se usa para sacar piojos.
5. Lunor: luz de la luna.
6. Hormonado: muchacho que come mucho.
7. Fruspiro: suspiro ahogado y repetido que se produce al bañarse con agua helada.
8. Pinochada: mentira que va creciendo cada vez más
9. Japisteza: cuando se siente tristeza y alegría a la vez.
10. Lumpereza: pereza que da los lunes de ir al colegio o a trabajar.

Pero el instigador real de este artículo está en la última lista. Concretamente la palabra que encabeza la lista de las
palabras más queridas por los niños. Y por mí, por supuesto. Es la palabra más sabrosa, negra, amarga, fuerte, olorosa, energética, adictiva.... Mmmmmmmmm! Una palabra que encierra mi mayor vicio, combina perfectamente con todos los demás e incluso con todas las palabras de la lista. Y qué sonora que es. Cho-co-la-te. Los niños son niños pero no tontos. Una vez hecha esta elección, es lógico que la siguiente sea música. A partir de aquí, les podemos perdonar lo que haga falta. Incluso que prefieran la carcajada a la sonrisa, que antepongan el amigo a la mamá, que se olviden del papá o que pongan el fútbol donde debió estar el amor. Eso sí. Mágico y soñar están ahí. Y ojalá no se muevan nunca. Ahí va la lista ordenadita.
1. Chocolate.
2. Música.
3. Crispeta.
4. Carcajada.
5. Soñar.
6. Fútbol.
7. Mágico.
8. Amigo.
9. Montaña.
10. Mamá.
Antes de irme corriendo a la cocina a pillar una buena pastilla de chocolate con 74% de cacao, destacar lo que me ha llamado la atención que los niños colombianos utilicen crispeta, palabra que en el castellano peninsular ha sido sustituida por palomita pero que sí se conserva en catalán. Es que los niños saben tanto...
Congresito de los Niños clausurado en Medellín - Web oficial del Congreso de la Lengua