Un año es una unidad de tiempo que nos hemos inventado para darnos importancia. Se basa (aunque es una burda aproximación) en el tiempo que tarda un planetilla insignificante en completar una órbita completa alrededor de una estrella insignificante en una galaxia insignificante. Pero como es nuestra galaxia, nuestra estrella y nuestro planeta nos parece que es una unidad de tiempo fantástica. Personalmente, y aunque la medida de tiempo aleatoria más importante y en la que se basan todas las demás es el día, el año es mi unidad de tiempo preferida. Pero eso no tiene importancia para mucha gente. Para que el año importe hay que buscar una manera de nombrarlo y luego un acontecimiento humano por el que recordarlo.
El tema de la nomenclatura lo resolvimos utilizando números. Pero dichos números debían ir en función de algún acontecimiento histórico importante. Así que buscamos causas peregrinas como el año de fundación de tal o cual imperio, el inicio de una dinastía, el nacimiento de alguien, la formación del universo... E incluso en la datación de muchos de esos acontecimientos nos equivocamos. Pero seguimos dándole números a los años. Eso sí. Un número no basta para que el año mole. Hay que buscar el acontecimiento con el que lo podamos recordar. La caída de Roma o de Constantinopla, el descubrimiento de América, la revolución francesa, la caída del muro... Y eso funciona muy bien con los años pasados... Pero que ocurre con los inmediatamente venideros? ¿Cómo darles caché? No hay problema. Para eso hemos creado los años conmemorativos. Y 2009 es el año conmemorativo por excelencia.
Para empezar, resulta que es el año internacional de la astronomía, parece ser que porque hace 400 años al amigo Galileo se le ocurrió mirar por primera vez a través de un telescopio. Si ese año hubiera decidido iniciar una dieta a base de fabada estaríamos quizás celebrando el año internacional de la aerofagia, pero nos tenemos que conformar con los cuerpos celestes. No se puede tener todo.
2009 es también el año Darwin, conmemorando el 200 aniversario del nacimiento de quien nos enseñó que somos tan solo un bicho más en este planeta que fue naturalmente seleccionado para involucionar de un mono guasón que vive de puta madre en lo alto de un árbol pillando lo que necesita para vivir a un desgraciado que se parte el espinazo cuarenta horas a la semana para poder pasarse el fin de semana respirando mierda en una caravana del carajo.
Para acabar, y por fin llegamos al meollo de la cuestión, resulta que este 2009 también es el año de dos fantásticos compositoeres, Händel y Puccini. De hecho no. Es el año Händel porque murió hace 250 años, pero el año Puccini en realidad fue el año pasado, al cumplirse el 150 aniversario de su nacimiento. Pero como fue en diciembre, pues aún nos quedan unos mesecicos para hacernos a la idea de que estamos en su año.
Sí. Es un follón. Lo único que demuestra todo lo dicho hasta ahora es que nos buscamos cualquier excusa para celebrar lo que sea, cosa que no está mal. Y con motivo de las celebraciones de Händel y Puccini, en una escuela de Barcelona organizan el próximo viernes día 29 a las 20h un recital con piezas de ambos compositores.
El repertorio que se presentará es variadito y con algunas piezas maravillosas. El reparto es muy similar al del concierto del que ya hablamos el año pasado, aunque con un añito más de experiencia y con alguna incorporación muy interesante. La semana que viene colgaré algunas de las actuaciones, de momento os dejo con algunas versiones de las piezas que se podrán esuchar, la mayoría de los citados Händel y Puccini, pero también de Donizetti, Bizet o Rossini.
Más información aquí.
Traitor to love - Samson (Händel)
Va tacito e nascosto - Giulio Cesare in Egitto (Händel)
Y aquí una versión cantada por un barítono
Il faut partir - La fille du regiment (Donizetti)
Au fond du temple saint - Le pecheurs du perles (Bizet)
Je crois entendre encore - Le pecheurs du perles (Bizet)
O mio babbino caro - Gianni Schicchi (Puccini)
Un bel di vedremo - Madama Butterfly (Puccini)
Mi chiamano Mimi - La Boheme (Puccini)
In un coupe - La Boheme (Puccini)
Sono andati - La Boheme (Puccini)