Cansado de encontrarme en este estado.
Cansado de olvidar qué es una fiesta.
Cansado de soñar con una siesta.
Cansado de estar siempre preocupado.
Cansado de creer que me he ahogado
en un vaso de cansancio que ya apesta.
Cansado de la ola y de su cresta.
Cansado de vivir siempre cansado.
¿Hay modo de salirse de esta senda
de agobios, prisas, sueño y vano anhelo?
A falta de que alguien sus horas venda
existe un buen camino paralelo.
Basta con jubilar la puta agenda
y hacer bastante menos el canelo.