Hace ya mucho tiempo que nos venimos preguntando para qué sirve invertir un dineral en mejorar el acceso a algo que no tiene ningún interés. Los contenidos han sido ignorados constantemente en el desarrollo de las nuevas tecnologías. Pero claro. ¿Quién iba a invertir en algo que el propio sistema había hacho creer que sería siempre gratis?
Cuando alguien dijo que la información es poder no hacía sino recordarnos que los contenidos de calidad, los que te ayudan a mejorar, se pagan. Sin embargo nos hemos acostumbrado a pagar por el continente. El precio de los libros lo fijo el número de páginas y la encuadernación. Los cuadros se venden a tanto el palmo cuadrado. En internet pagamos por el derecho a conectarnos, pero lo que encontramos allí DEBE ser gratis (con excepción del porno, por supuesto). Y ahora resulta que los expertos empiezan a darse cuenta que, tal vez, sólo tal vez, los contenidos sí pueden ser productivos.
El problema radica en que tecnológicamente estamos muy avanzados pero en lo referente a pensar andamos algo cortos. A nuevas ideas, viejas propuestas. ¿Cómo ofrecer contenidos sin que parezca que la gente paga por ellos? Con publicidad.
El tema de la publicidad en Internet ya fracasó antes, pero los publicistas están aprendiendo y empiezan a encontrar soluciones más adecuadas a las características de la red. En cualquier caso, si la publicidad va a favorecer la creación de contenidos de calidad para Internet, bienvenida sea. Pero no nos creamos que la cosa se va a quedar ahí. El mundo está cambiando. De forma un tanto anómala. Resulta que ahora empieza a ser más rentable hacer un periódico en papel pagado por publicidad que uno con precio de portada. Sin embargo, mucha gente se está dando cuenta de que es preferible pagar por una tele de calidad que aguantar lo de siempre a cambio de ver anuncios. No tardará el día en que la brecha esté entre los que consumen contenidos gratuitos con publicidad y los que pagan por consumir lo que realmente necesitan. Al tiempo.
La publicidad, clave en el boom de los contenidos de internet - CincoDias.com
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