No tienen nada que ver, pero me gusta poner este artículo junto al anterior.
IBM ha anunciado que cecerá más patentes para incentivar la innovación. La patente es una forma de capitalización del conocimiento (así como de exclusión de la competencia). Una organización invierte un dineral en desarrollar un nuevo concepto, fórmula, sistema... Pero como demostró Colón con su huevo, una vez que alguien ha encontrado solución al problema parece muy fácil y todo el mundo está dispuesto a aplicarla. Para eso está la patente. Una forma de garantizar a las empresas que investigan que tendrán tiempo para amortizar lo invertido. De esta forma es posible que alguien se decida a innovar en vez de simplemente copiar.
El orígen de las patentes está muy bien, pero como hecha la ley hecha la trampa, es cierto que esta práctica pensada para promocionar la innovación en ocasiones lo que hace es frenarla. La empresa que logra un avance significativo puede valerse de una patente para que nadie más pueda moverse en un determinado mercado. Eso sin tener en cuenta a los profesionales de la patente que se dedican a estudiar los errores del sistema para lograr patentes sobre las cosas más absurdas.
El caso es que en ocasiones lo que promueve la innovación no es la patente sino la renuncia a ella. Esto demuestra que en este mundo no hay reglas generales. Las cosas no son siempre blancas o siempre negras. Y hay casos excepcionales que requieren soluciones excepcionales. Por desgracia en algunos temas las empresas van 50 años por delante de los organismos que debieran protegerlas y, lo que es peor, protegernos.
IBM abrirá a terceros el uso de un centenar de sus más de 40.000 patentes | elmundo.es
Y siguiendo con el bendito acto de compartir, a los señores de Intel también les ha dado por ahí aunque con otros fines. Está claro que hoy en día, solito, no se va a ninguna parte.
Intel opens up chip connections, en CNET
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