Bienvenido Mr. Kutxi
Debo reconocer que estaba un pelín nervioso. El camino lo conocía a la perfección. Trabajé un par de años en ese maravilloso barrio llamado Gracia, al que cada año llegan cientos de estudiantes y turistas para conocer lo que en sus tiempos fue una villa señorial alejada de la convulsa Barcelona. Ahora es uno de los pocos barrios de la ciudad que conservan un sabor propio. Sus fiestas, en las que los vecinos disfrazan las calles en sana competencia con las calles colindantes, son míticas. Si te toca trabajar en esas fechas no es raro que el olor de las sardinas asadas o de una butifarrada popular te empujen a dejar el ordenador y salir a la calle. De hecho, resulta muy difícil trabajar oyendo la música y las risas a pocos metros. Y si no puedes con el enemigo...
Pero no era eso lo que me tenía nerviosito mientras subía en mi ciclomotor por la caye Mayor de Gracia. Aquella noche era el extra previo a la quedada del sábado, y el plato fuerte era conocer a Kutxi.
Conocí a Kutxi en un blog que hace tiempo que frecuento, Fogonazos. Allí mantuvimos una divertidísima disputa sobre el origen de Calderón de la Barca. Me divertí tanto que empecé a visitar su blog, Socio de la soledad, que estaba nuevecito, nuevecito. Allí fui descubriendo a una persona divertida que mostraba con total naturalidad sus inquietudes, sus preocupaciones, sus sueños... Parecía inteligente y sensible, y además escribía bien. Para acabar de completar el pastel, en los comentarios que intercambiábamos (unas veces coincidiendo y otras discrepando) se fue creando una sensación de complicidad y respeto que acortaba día a día los 600 kilómetros que nos separaban. Además, fue en su blog donde descubrí a Norma, y sólo eso ya merece unos nervios previos al encuentro.
Cuando llegué a la parada de Fontana me encontré con la imagen habitual a esas horas de la noche. Un mogollón inmenso de gente que, como aquella parejita que miraba a lado y lado, esperan al resto de los colegas para irse de fiesta. Eran Norma y... ¡Kutxi! Habían estado pateandose la ciudad y en su circuito turístico no habían olvidado un cibermonumento como... ¡el quiosco! A partir de ese momento ya todo fue como una seda. Incluso olvidé preguntarle a Norma si cuando me recordaba tan y tan grande se refería a grande a lo alto o a lo ancho...
El primer objetivo estaba cumplido. Ya nos habíamos encontrado. Ahora teníamos que encontrar la literaria Plaça del Diamant. Por suerte nunca salgo de casa sin mi PDA en la que, además de un centenar de libros digitalizados (por si me queda alguna hora muerta entre reunión y reunión), las respectivas citas y alarmas para saber dónde debo estar dentro de diez minutos o los documentos más importantes del trabajo que nunca miro... llevo también la geografía española en forma de mapas interactivos. Total que al rato estábamos sentados en una pizzería esperando a Sandra, la preciosa hermana de Norma que, debo confesarlo, era una motivación tanto o más poderosa que el mismísimo Kutxi para apuntarse a la cena ;)
Y como no podía ser de otro modo con aquellos comensales, la cena acabó convirtiéndose en un capítulo más de una blogonovela surrealista donde realidad y ficción juegan al ratón y al gato. Móviles que desaparecen y vuelven a aparecer en los lavabos (sé que no me leerás nunca, pero seas quien seas, no olvides nunca que la flaqueza que te hizo sucumbir al "impulso" es una anécdota sin importancia comparada con el valor que demostraste arrepintiéndote a tiempo y arrostrando tus actos. De verdad, gracias. Si te sirve de consuelo no fuiste tú. Fue la magia de la red quien te impulsó a cometer el primer error. Y lo solventaste con un par); pizzas que huelen a violetas, e incluso algún que otro fenómeno paranormal del que recogemos testimonio gráfico por si Iker Jiménez nos lee.
La cena y la copichuela posterior se pasaron en un suspiro. Cuando nos dimos cuenta habíamos repasado nuestros orígenes en la red, cómo nos conocimos, quiénes éramos, de dónde veníamos, a dónde íbamos... Incluso nos dio tiempo a hablar de nicks y motes, momento en el que surgió por arte de magia la palabra "castor" y prometí colgar este vídeo:
Mañana... El origen del bloguellón
Aunque es muy tarde, no puedo despedirme sin deciros que mientras escribía he estado escuchando la versión de Fausto que salió el fin de semana pasado (el del bloguellón) con La Vanguardia, y es fantástica. Si a alguno le interesa, creo que en el quiosco aún nos quedan (toma publicidad subliminal) ;) y para que la disfrutéis un poquito había pensado en colgar un vídeo del ária de las joyas, que todo el que haya leído a Tintín conoce gracias a la Castafiore, pero finalmente he optado por poneros el fragmento de una película que me hizo descubrir esta ópera maravillosa. Se trata de una versión de 1990 de El fantasma de la ópera (con Burt Lancaster). Me enamoré de la actriz y, sobre todo, de la música. Bueno, más de la actriz para qué nos vamos a engañar, pero a esa no la tenemos en el quiosco así que nos tendremos que conformar con la obra de Gounoud. Si tenéis paciencia, no os perdáis el dúo final. Ups! Este vídeo no puede ponerse. Os tendréis que conformar con visitar el enlace. Os pongo el otro (será por vídeos...) :S
10 comentarios:
Te ha faltado decir que soy guapísimo, pero te perdono. :-D
No me acordaba de la fotografía paranormal.
es verdad...tu perspectiva del encuentro es absolutamente diferente a la de los demás jaja no se si eso es bueno o no...pero sí original...
En cuanto a esta versión del fantasma de la opera es creo yo, una de las mejores, a ti te gustaba Teri Polo , a mi siempre me encantó Burt Lancaster...maravilloso el vídeo, besos su
Me he leído las dos crónicas bloguelloneras y son muy buenas.
De la primera a la que no estuve se me han puesto los dientes más largos que el niño castor del vídeo jajaja lo que me he reído con ese vídeo. :_)
D@lr, qué crónica tan fantástica... empiezas poniéndome en el mismo párrafo que Socio de la Soledad y Fogonazos, toma!!!!
Sigues piropeando a mi baby sister, y dedicándole un video a mi hijo mayor... Toma!!!
Lo de no comentar que kutxi es guapísimo es un fallo, pero bueno, supongo que lo diste por evidente.
Y creo que en mi crónica ya quedó claro que eres MU GRANDE por dentro, que no por fuera :)
Lo de los bloguellones es una excusa perfecta para irnos tirando florecillas por los blogses y ahorrarnos un pastón en psicólogos, como se apunte mucha gente más, se quedan todos en el paro...
Un abrazote
Vamos castores, vamos a Belén, XDDDDD
Kutxi, decir que eres guapísimo (tanto más, cuando salen tus fotos quiosquera y paranormal) viene a ser como decir que Torrebruno era bajito o que Bush no es muy listo... Vamos, que es un insulto a la inteligencia de mis lectores en cuyo criterio y buen gusto confío plenamente ;D
Su, a mi también es la versión que más me gusta. Hace poco vi la de Dario Argento y, pese a Asia Argento que es una monada, me pareció horrorosa. Rescecto a burlancáster (como se le ha llamado toda la vida) El halcón y la flecha era una de mis pelis preferidas de niño.
Irene, a que mola? Yo me parto cada vez que lo veo.
Norma, eso de las florecillas sube la moral pero de vez en cuando tenemos que meternos algo de caña, aunque sólo sea para apreciar más las siguientes flores ;)
Vale, cafre!!!!!
Uy lo que me ha dichoooooo... Pues tú, pues tú... Jo! No me sale! :P
Descerebrao!!!!!! unineurono!!!!!!
Sí, sí. Yo tengo sólo una neurona, pero tú, con tantos millones, estás cada dos por tres aquí para ver qué escribo. Quién es más descerebrao de los dos ahora, ein?
(gracias por la motivación) :P
Jajajaja :)
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