En la noticia lo definen como aquel en que "el trabajador se encuentra en su puesto de trabajo pero se dedica a actividades que no guardan relación con su puesto". Curiosa definición.
Si eso es el absentismo presencial, los datos del artículo son totalmente falsos. Hay miles, millones de trabajadores quizás, que dedican el 100% de su jornada laboral a actividades que no guardan relación con su puesto. Al menos con su puesto según su contrato. Técnicos superiores cuyos jefes dilapidan sus conocimientos empleándolos en tareas rutinarias (conozco a un director de sistemas informáticos cuyo tiempo se iba especialmente en controlar el stock de cajas de papel o arreglar aparatos de fax). Por otra parte, hay muchos otros trabajadores cuyo contrato (y sueldo) especifica que son auxiliares administrativos mientras en realidad ejercen funciones de técnico superior o incluso directivas. Eso también es dedicar el tiempo a funciones impropias de tu puesto.
Claro está que el artículo en cuestión no se refiere a eso, sino a los que en horario laboral aprovechan la infraestructura de la empresa para realizar actividades personales, como chatear, leer la prensa, llamar a teléfonos eróticos o incluso mantener un weblog. A esto hay que sumar los que hacen fotocopias de los trabajos del niño, descargan ficheros de redes P2P que luego graban en CD's de la empresa... Realmente estas prácticas existen y cada vez existen más en tanto la tecnología lo hace más fácil. Un tornero fresador puede distraerse poco con su herramienta de trabajo, pero un ordenador conectado a Internet ofrece innumerables oportunidades para escaquearse. Seguro que estas horas perdidas influyen en la productividad nacional. Lo que no está tan claro es cómo se puede medir.Para acabar con el articulíto de marras, decir que no hace ninguna referencia a las horas extras no pagadas. ¿Están descontadas de lo que trabajamos de menos? Supongo que no, ya que, como el absentismo presencial, no constan en ningún registro.
En definitiva, todo este debate confirma mi vieja teória sobre la lucha de clases: la obligación del empresario es lograr la máxima productividad del trabajador al menor coste posible, y la del trabajador es obtener el mayor sueldo por el mínimo esfuerzo posible. Revisar esa teoría desde una perspectiva ética sólo funciona cuando esta ética es entendida y respetada de igual modo por trabajador y empresario. En uno u otro supuesto, en el virtuoso punto medio nos tendremos que encontrar.
El absentismo laboral, un fenómeno en auge - elmundo.es economía
Para ampliar:
La reducción de la jornada sin un recorte de los salarios supondría un coste laboral del 10,6%, según la CEOE - elmundo.es - 1998
Consultar sitios 'web' de ocio en el trabajo es motivo de despido
Internet supera en audiencia al resto de medios durante la jornada laboral - elmundo.es 2004
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Cuando el trabajador se dedica a jugar - Su dinero 1996
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