La OCDE afirma que las redes P2P pueden dificultar la venta de música en Internet - elmundo.es navegante
Lo curioso de la afirmación, que por otro lado me parece tan obvia como decir que el top manta puede dificultar la venta de discos o que la existencia de playas puede dificultar la venta de entradas a las piscinas (el hecho de encontrar algo gratis, legal o ilegal, puede dificultar que alguien pague por ello), lo curioso, como digo, es la cautela con que se expresan. No se trata de un furibundo ataque a las redes P2P a los que ya estamos acostumbrados. Son suposiciones, críticas veladas, impresiones, cosquilleillos... "Me da a mi que esto.., esto no va a acabar de cuajar, perdonaquetelodiga...". Los señores de la OCDE reconocen que los programas para el intercambio de archivos "son una tecnología innovadora y prometedora". Prometedora... En qué estarán pensando... En fin. Que entre tanta concordia y buen rollito, los tíos se nos desmarcan con una de esas frases que hacen época: vender música individualizada por Internet (se están refiriendo a "venta" legal) podría ser beneficioso para el consumidor de música pero también podría "tener un coste cultural, al privar a la colectividad de un auténtico acceso a las producciones menos comercializables de los artistas".
O sea. Que cuando pagamos 18 € por un disco en el que por una canción buena (que por cierto nos tragamos hasta el aburrimiento en la radio, la tele, la publicidad, los cincuenta discos recopilatorios, las versiones maquineras para la disco...) debemos tragarnos 12 o 13 más absolutamente infumables... ¡estamos haciendo cultura! Pues me siento mucho mejor... Ahora empiezo a entender mejor a las discográficas... Nos venden una canción a 18 € y aprovechan ese dinero para aumentar el patrimonio cultural de la humanidad. Claro está, que a la que te descuidas te descatalogan cualquier disco que no sea un bombazo supercomercial y te tienes que volver loco buscándolo por ferias de segunda mano y pagando auténticas locuras por él. En fin. Que aquí todo el mundo dice la suya, pero no pasa nada. Pues a seguir igual.
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