martes, 7 de junio de 2005

Siete de cada 10 pymes trabajan con programas informáticos piratas

Eso nos cuenta el País esta mañana. Yo conozco más de una pyme que trabaja con informáticos piratas. No digamos sus programas. Coñas aparte, y asumiendo que las estadísticas son como son y que por lo tanto donde dice 70% podría significar 60 o 90, es mucho software pirata.

El pirateo ha pasado a ser una parte de la informática. Los ordenadores permiten trabajar, jugar o escuchar música; los ordenadores son imprescindibles en la empresa; los ordenadores se cuelgan; los ordenadores tienen software pirata... Normal como la vida misma.

Cuando cayó en mis manos el primer ordenador (un maravilloso Spectrum 48 kb. con teclas de goma...) los compañeros del colegio, en vez de juegos de mesa y Mortadelos empezaron a regalarme para mi cumpleaños cintas con juegos comprados en el mercado de San Antonio. Era lógico. Tenía ordenador y habría que meterle algo dentro, ¿no? Cuando llegas a la universidad te acostumbras a usar una serie de programas. Cuando entras en una empresa, lo primero que haces es preguntar si allí también los usas. La respuesta que se escucha habitualmente es: "pues aquí no lo usa nadie, pero si quieres te lo bajo para que te lo instales". Ellos también tuvieron un Spectrum.

El resultado es que, del mismo modo que nos acostumbramos a un software, nos acostumbramos a no pagar por él. Y por mucho que queramos autojustificarnos, no deja de ser una forma de estafa. Y podremos decirnos que la informática ha evolucionado como lo ha hecho gracias en gran parte a lo que se ha pirateado, y nos diremos la verdad (si no hubiera habido un windows pirata en casi cada casa, de qué iba el Sr. Gates a tener la penetración de mercado que tiene); y nos convenceremos de que no hacemos un uso lucrativo de ese software y tal vez también sea cierto; y nos repetiremos que los precios son abusivos y que usando software pirata contribuimos a un mundo más justo y ahí ya sí que se nos estará yendo la olla del todo. Pero vamos... Al menos las empresas sí tendrían que pagar el software. Aunque sólo fuera para subvencionárselo a los usuarios que lo usan pirata.

Acabaré con un último apunte más en serio. Probablemente de todo ese software pirata (que estoy convencido que lo encontraríamos en más del 70% de las empresas de cualquier tamaño) un porcentaje altísimo no se usa para trabajar. Son caprichos de algún empleado que no se siente feliz si en su ordenador no tiene instalada la última versión del photoshop, aunque no trabaje con fotografías. A lo mejor, revisando lo que hay en los ordenatas de sus empleados (sólo el software instalado, oiga), las pymes salen ganando. Van a liberar una de disco duro con software inútil....

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